miércoles, 8 de septiembre de 2010

Trabalenguas




Edición de mi nuevo libro de cuentos: "Trabalenguas". 
Ediciones Ruinas Circulares.
Pueden pedirlo por mail a: 
hmeoli@gmail.com

También en las librerías:
Ysudoble: Rodriguez Peña 698
Mythos: Guemes 4374
Santa Fé: Callao 335
Caterva: Esmeralda 887
Antígona: Las Heras 2597
de Avila: Alsina 500
El Hacedor: R.Velasco 606
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Comentario de la escritora Liliana Díaz Mindurry, sobre uno de los cuentos:

Fuente: http://www.cuentosarmados.blogspot.com/


"Accidente"


La unidad narrativa está expresada en el nudo que es el mismo título: todo gira en torno de un suceso eventual que altera el orden de las cosas a partir de la emergencia (“accidente”). Aparecen dos preguntas conectadas, irónicas: ¿cómo llega la gente a los accidentes? y ¿cómo llegan las moscas a los accidentes? Las acciones son múltiples, con un desorden buscado, como si se tratara de ese caos ordenador de sentidos, mostrando la esencia literaria, que a mi entender, no es ordenar el caos sino exhibirlo. El desenlace no es relevante porque lo que importa es el virtuosismo del desarrollo; aunque tiene fuerza sarcástica: Antes de llegar a la palabra “Fin” logro latir un instante en su cuello.
El narrador es tan original como el texto. Se trata de una primera persona en presente (el presente denota entre otras cosas la casi irrealidad) que va cambiando continuamente de sujeto: distintas personas que están allí, un perro, un árbol, un viejo, un niño, electricidad, una mosca, etcétera. Logra el sentido del cuento, no ser uno, sino todos los que están allí, dentro de la “alteración del orden de las cosas”. Ser uno y simultáneamente ser todo y poseer todas las voces de lo animado y lo inanimado. Las descripciones tienen que ver con la diferente percepción, ya sea dolorosa, indiferente, placentera desde cada posible observante. El espacio se sugiere desde el cúmulo de “pensamientos” o “sensaciones” del narrador plural.
Pese al juego logra una sorprendente credibilidad de lo sucedido en el instante. El tiempo se dilata en la cantidad de observantes que no están siempre conectados con la vista.
El ritmo está dado por frases medianas y cortas y el cambio de narrador (actitud cortazariana) no tiene que ver con el cambio de párrafo y a veces ocurre en una misma oración.
El elemento más importante es el lenguaje atravesado por sinestesias (el sonido caliente sube por mi columna) y los saltos tienen que ver con adversativas o negaciones, la paradoja continua. Vale la pena notar como logra la sensación de continuo de un fluir de la conciencia colectiva con una frase larga, sin comas que resume el pensamiento de varios.
El aire cortazariano (juego del continuo, sentido lúdico, importancia sensorial, lenguaje buscadamente sencillo) no le quita originalidad al planteo de lo insólito contado con naturalidad. En ningún momento la fluidez se atasca ni se vuelve hermética.
Las voces universales llevan también a la idea no planteada en el texto, de que en un solo sujeto hay una cantidad de voces y puntos de vista o que la idea de unidad del sujeto es una falacia. Queremos ser otros y siempre algo nos lleva fuera de nosotros. Empédocles afirmaba que había sido hombre, mujer, roca, pez. Es el gran instante de lo que Octavio Paz llama esto es aquello. Heideggerianamente es en la escucha del lenguaje poético donde se anticipa el lenguaje olvidado del Ser.



Liliana Díaz Mindurry

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Un "trailler" del libro (el cuento "Accidente") en:http://larvasdetinta.blogspot.com/

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